Conduciendo a la verdad
- Taboo 3e

- 14 dic 2018
- 2 Min. de lectura
Desde la invención del automóvil se creó la premisa de que las mujeres no
manejan, y, si lo hacen, lo hacen mal; sin embargo, este prejuicio que se tiene
probablemente desde 1870, cuando el primer automóvil fue creado, es
completamente erróneo.
Según datos recuperados de la INEGI, tan sólo en el 2017 se registraron 367,789
accidentes automovilísticos, de los cuales 275,077 fueron provocados por
hombres, es decir, tan sólo el 15% de los accidentes durante todo el 2017 se
ocasionaron por mujeres; y esto no es todo, el registro más antiguo de dicha
institución, que data de 1997, se presenta como evidencia de que en más de 20
años, el número de accidentes provocados por hombres supera en un promedio
de 500% a los provocados por las mujeres.
Si bien es cierto que el manejar bien o mal no es cuestión de género, el nivel de
aprendizaje se encuentra estrechamente relacionado con la historia familiar de
cada persona, especialmente, y en este caso particular, al de las mujeres.
‘Luly’ Dietrich, fundadora y directora de una comunidad de y para mujeres que
manejan y presentan interés por los autos, conocida como Mujeres al Volante
comenta: “Recibí miles de relatos de mujeres que necesitaban aprender a
manejar, lo cual estaba 100% relacionado con el lugar que querían ocupar en sus
familias, cada una de las historias me hizo conocer más el comportamiento de la
mujer, pero a la vez el del hombre. Historias de mujeres donde el auto era cosa de
hombres y donde el miedo invadía las ganas de aprender a manejar".
Según un estudio creado por una institución que ejecuta pruebas de impacto,
realizado con la finalidad de aclarar este tema en particular, los hombres
presentan, con una diferencia del 2%, mayor habilidad para realizar cambios de
velocidades y destreza al conducir en reversa; no obstante, aquello que permite
que el número de accidentes registrados sea menor para las mujeres, es la mayor
cantidad de tiempo que dedican al aprendizaje de maniobras, siendo este un 20%
más que el tiempo dedicado por los hombres.
Por otro lado, la cuestión de habilidades no lo es todo, según un estudio de
simulación realizado por CESVI (Centro de Experimentación y Seguridad Vial
México), en el cual se le explicó a un grupo de hombres y mujeres que debían
respetar una velocidad de consigna límite, el 10% de las mujeres superó el límite,
mientras que el 40% de los hombres incrementaron las velocidades máximas
exigidas. Esto, se concluyó, se debe a que la mujer presenta un mayor porcentaje
de atención a los detalles y empatía a los peatones y demás conductores.
Con esto no se busca decir que las mujeres son buenas conduciendo y los
hombres no, sino todo lo contrario, el objetivo es mostrar que existen mujeres que
no presentan una gran habilidad manejando, así como existen aquellas que son
muy buenas en lo mismo, y la misma situación se presenta con los hombres. No
es cuestión de género, sino que mucho tiene que ver la forma de crianza, la
atención a los detalles, la empatía y la precaución. Pero no, las mujeres no tienen
algo en su genética que les provoque manejar mal, eso es, como muchas otras
cosas, un mal prejuicio que carece de total justificación.
Redactores: Michelle Hurtado
Edición y Corrección: Mariana Andrade

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