Nuevas Dimensiones
- Taboo 3e

- 22 ene 2019
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Para algunos el arte es la representación exacta de la realidad que nos rodea,
para otros tantos es la forma de manifestar ideas políticas o de imprimir su visión de la sociedad y las relaciones. Para Kandinsky el arte era más una invocación al espíritu. Sus cuadros son el mundo en sí mismo, una colección de sentimientos, miedos, dudas y alegrías representadas con puntos y líneas de colores que transmitían emociones únicas.
Las obras de Kandinsky provocan en el espectador una reacción propia al que las
observa, y gracias a que el Museo del Palacio de Bellas Artes preparó la
exhibición “Kandinsky. Pequeños Mundos” siendo su primera exposición individual en México, tenemos el placer de contemplar 60 obras pertenecientes a distintos periodos del artista.
Wassily Kandinsky nació en Moscú el 16 de diciembre de 1866, durante su
infancia recibió una educación integral, estudió chelo, piano y dibujo y más
adelante la carrera de Leyes, que abandonó por completo para dedicarse a las
artes.
Se considera precursor del arte abstracto y del expresionismo dando un toque
espiritual dentro del materialismo de la época. Kandinsky siempre fue más allá de lo tangible, buscando imprimir en sus obras el reflejo de un microcosmos o un
macrocosmos interconectados en donde la música, los colores y las formas daban paso a la expresión de una armonía en concordancia con una nueva dimensión.
Debido a la situación política de principios del Siglo XX, el artista tiene la
oportunidad de vivir en distintos países y de viajar por hermosos lugares cuyos
paisajes naturales fueron fuente de inspiración de sus obras. Recibió influencia de diversos pintores de la época para finalmente desarrollar su propio estilo
vanguardista.
Kandinsky tuvo la sensibilidad de plasmar en sus obras la expresión de un cúmulo de emociones y sensaciones combinando su pasión por la música y la resonancia que ésta tenía con sus ideas de todo aquello que forma la unicidad, haciendo referencia a algo de cualidad única, irrepetible y singular.
“El color es la tecla, los ojos los martillos, el espíritu el piano con sus tantas
cuerdas. El artista es la mano que, al tocar una u otra tecla pone a vibrar
automáticamente el espíritu.”
Esta maravillosa exposición estará abierta al público del 31 de octubre del 2018
hasta el 27 de enero del 2019, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de vivir
una experiencia única e incomparable.
El arte es la fuente de conexión con uno mismo, los sentidos y las emociones.
Redactores: Michelle Hurtado
Editado y corregido: Mariana Andrade

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